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Después de seis años de litigio, el Tribunal Supremo de Australia absuelve al buscador
El País Madrid 6 FEB 2013 - 10:52 CET
Google no es responsable del contenido de los anuncios. Google no es un editor. Google es solo un transmisor. Así lo ha dictaminado el Tribunal Supremo de Australia que, después de seis años de recorrido judicial, absuelve al buscador de la acusación de conducta engañosa a causa de sus enlaces patrocinados. La decisión del tribunal australiano puede ser clave a querellas semejantes en tribunales de todo el mundo sobre los contenidos publicitarios que se publican en el buscador.
"Google es un negocio en todo el mundo. Esta sentencia es algo así como un principio y añade un poco de claridad a la industria", ha dicho el presidente de la Asociación de la Industria de Internet en Australia, Peter Lee, a la agencia Reuters.
El fallo ha puesto fin a una batalla legal de seis años entre Google y el organismo de control del consumidor de Australia, la Australian Competition and Consumer Commission (ACCC), que acusó a Google de participar en una conducta engañosa sobre los anuncios de pago.
La ACCC basó su demanda en los resultados de búsqueda de 2006 y 2007, cuando la búsqueda de Honda Australia mostraba un anuncio pagado por un competidor, CarSales. La ACCC consideró que los anuncios eran engañosos, ya que sugerían que CarSales estaba vinculado a Honda Motor. Google argumentó que no era responsable de los anuncios, ya que era solo la vía de comunicación para el anunciante.
Los cinco magistrados del Tribunal Superior de Australia han fallado a favor de Google, revocando un fallo de la Corte Federal. El tribunal de primera instancia había ordenado a Google crear un programa para asegurarse de que los anuncios de pago en su motor de búsqueda no eran engañosos. Los cinco magistrados han afirmado que Google no ha creado los enlaces patrocinados y que la empresa no es responsable de los mensajes en los enlaces.
"La ACCC ha tomado este procedimiento para clarificar la ley sobre prácticas de publicidad en la era de Internet", ha comentado el presidente de la ACCC, Rod Sims.
La victoria legal viene después de que Google y el fabricante de software de idiomas Rosetta Stone resolvieran el año pasado extrajudicialmente una disputa sobre infracción de marca registrada en los Estados Unidos sobre las prácticas de publicidad de Google. Rosetta argumentó lo mismo: que la gente que busca sus productos en Google se dirigía a competidores y falsificadores de software que se anunciaban al lado. Los términos de ese acuerdo nunca se han difundido. Tampoco tuvo éxito una reclamación similar de Louis Vuitton en los tribunales europeos.
El mismo caso se ha dado en España con la histórica reclamación de Naranjas Lola, una empresa agrícola precursora del comercio electrónico en España, que veía cómo junto a las búsquedas de su marca, la competencia aprovechaba su popularidad para anunciarse al lado. Naranjas Lola, para contrarrestar ese efecto, acabó por gastarse dinero en Google y ocupar así el espacio publicitario junto a su marca.
Pese a la sentencia absolutoria, Google ha cambiado la forma en que se muestran sus enlaces patrocinados en Australia. Ahora etiqueta más claramente los anuncios en la parte superior de los resultados de búsqueda.
Fuente: El País.
El País Madrid 6 FEB 2013 - 10:52 CET
Google no es responsable del contenido de los anuncios. Google no es un editor. Google es solo un transmisor. Así lo ha dictaminado el Tribunal Supremo de Australia que, después de seis años de recorrido judicial, absuelve al buscador de la acusación de conducta engañosa a causa de sus enlaces patrocinados. La decisión del tribunal australiano puede ser clave a querellas semejantes en tribunales de todo el mundo sobre los contenidos publicitarios que se publican en el buscador.
"Google es un negocio en todo el mundo. Esta sentencia es algo así como un principio y añade un poco de claridad a la industria", ha dicho el presidente de la Asociación de la Industria de Internet en Australia, Peter Lee, a la agencia Reuters.
El fallo ha puesto fin a una batalla legal de seis años entre Google y el organismo de control del consumidor de Australia, la Australian Competition and Consumer Commission (ACCC), que acusó a Google de participar en una conducta engañosa sobre los anuncios de pago.
La ACCC basó su demanda en los resultados de búsqueda de 2006 y 2007, cuando la búsqueda de Honda Australia mostraba un anuncio pagado por un competidor, CarSales. La ACCC consideró que los anuncios eran engañosos, ya que sugerían que CarSales estaba vinculado a Honda Motor. Google argumentó que no era responsable de los anuncios, ya que era solo la vía de comunicación para el anunciante.
Los cinco magistrados del Tribunal Superior de Australia han fallado a favor de Google, revocando un fallo de la Corte Federal. El tribunal de primera instancia había ordenado a Google crear un programa para asegurarse de que los anuncios de pago en su motor de búsqueda no eran engañosos. Los cinco magistrados han afirmado que Google no ha creado los enlaces patrocinados y que la empresa no es responsable de los mensajes en los enlaces.
"La ACCC ha tomado este procedimiento para clarificar la ley sobre prácticas de publicidad en la era de Internet", ha comentado el presidente de la ACCC, Rod Sims.
La victoria legal viene después de que Google y el fabricante de software de idiomas Rosetta Stone resolvieran el año pasado extrajudicialmente una disputa sobre infracción de marca registrada en los Estados Unidos sobre las prácticas de publicidad de Google. Rosetta argumentó lo mismo: que la gente que busca sus productos en Google se dirigía a competidores y falsificadores de software que se anunciaban al lado. Los términos de ese acuerdo nunca se han difundido. Tampoco tuvo éxito una reclamación similar de Louis Vuitton en los tribunales europeos.
El mismo caso se ha dado en España con la histórica reclamación de Naranjas Lola, una empresa agrícola precursora del comercio electrónico en España, que veía cómo junto a las búsquedas de su marca, la competencia aprovechaba su popularidad para anunciarse al lado. Naranjas Lola, para contrarrestar ese efecto, acabó por gastarse dinero en Google y ocupar así el espacio publicitario junto a su marca.
Pese a la sentencia absolutoria, Google ha cambiado la forma en que se muestran sus enlaces patrocinados en Australia. Ahora etiqueta más claramente los anuncios en la parte superior de los resultados de búsqueda.
Fuente: El País.
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