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- El alemán defiende que España es "un gran mercado" para él
- Es su primera entrevista con un medio español
- Está acusado por EE UU de piratería informática y de crear una organización criminal
Kim Dotcom pasea por el jardín de su mansión en Nueva Zelanda. / NIGEL MARPLE (REUTERS)
“Kim va a llamarle ahora”. Tras cuatro meses persiguiendo al
informático más conocido del planeta —en libertad condicional en Nueva
Zelanda— un escueto correo electrónico certifica que la caza ha
terminado. Y, en efecto, a los dos minutos suena el teléfono. “Perdón
por tanto retraso. Ahora tengo tiempo”, suelta Kim Dotcom (Kiel, 1974),
en un inglés marcado por un fuerte acento alemán. Una hora, en concreto,
en la primera entrevista con un medio español del hombre que generó
daños por 386 millones a la industria cultural, según el FBI.
Pregunta. Estados Unidos asegura que es un criminal. ¿Usted cómo se definiría?
Respuesta. Ciertamente no un criminal.
Si lo soy, YouTube y Google también lo son, y cualquier página web que
ofrezca la posibilidad de almacenar contenidos y compartirlos. Yo
proporciono un espacio conectado a Internet, cuyos términos de servicio
aclaran que no se puede violar el copyright. Lo que haces con
ello es asunto tuyo. Nunca he subido un archivo que infringiera la ley a
Megaupload. Quieren culparme por lo que hacen nuestros usuarios: el
Gobierno de EE UU está llevando a cabo contra nosotros un caso inédito.
Detrás de todo esto está el exsenador Chris Dodd, que es presidente de
la MPAA [Asociación de los grandes estudios de Hollywood] y mejor amigo
del vicepresidente de EE UU, Joe Biden. Era un contexto electoral, Obama
quería ganar un nuevo mandato, y Hollywood presionó a la Casa Blanca.
P. Suele defender que no solo pelea por sus derechos sino por los de todos. ¿Qué quiere decir?
R. Peleo por mis derechos porque he sufrido un
abuso. Pero si gano es una victoria para cualquiera que use la Red. Si
se salen con la suya eso va a desalentar las páginas web a permitir que
los usuarios compartan contenidos y sería muy negativo para Internet y
la sociedad.
P. ¿Qué recuerda de la noche en la que la policía irrumpió en su casa para detenerle?
R. La irrupción fue la experiencia más traumática para mi familia.
Mi mujer sigue teniendo pesadillas. 72 hombres llegaron con
metralletas, perros y helicópteros a una casa residencial. No para matar
a Bin Laden o detener a un narcotraficante mexicano sino para tumbar
una página web de un tipo acusado de violar el copyright.
P. ¿Por qué ha vuelto con Mega?
R. EE UU tumbó una empresa, destruyó 220 empleos,
embargó nuestros activos y mientras mantiene congelado nuestro dinero
está prolongando el caso hasta que no tengamos recursos para pagar a los
abogados. Ya que es injusto, y probablemente dure años, quisimos
empezar algo nuevo y distinto.
P. No parece tan distinto. La diferencia principal respecto a Megaupload es una contraseña.
R. Hay varias mejoras. La primera es la contraseña,
que solo controlan los usuarios. Hemos mejorado la conexión. Y
legalmente mucho ha cambiado, tras las alegaciones insensatas que hizo
EE UU. Nuestros abogados han estado implicados en toda la creación. Ni
una línea de los códigos de Megaupload está en Mega. Naturalmente el
principio de subir algo que puedes compartir es el mismo.
P. Si ha hecho cambios legales, le está dando la razón a Estados Unidos.
R. En absoluto. Cuando ganemos vamos a ajustar
nuestro modelo de acuerdo con ello. Y vamos a ganar. Hay un tratado de
extradición entre Nueva Zelanda y EE UU que no incluye infracciones del copyright.
Si solo nos hubiesen acusado de ello, no habría ni juicio. Por eso
añadieron lo de la organización criminal. Creamos una web para almacenar
archivos en la nube y compartirlos con familiares o amigos. Nunca hubo
intención de que fuera piratería a escondidas.
P. ¿Megaupload era un negocio?
R. Claro que era un negocio.
P. ¿Se enriqueció gracias a Megaupload?
R. Obviamente. Fue un producto muy popular y la
gente pasaba mucho tiempo en nuestra página. Más de la mitad de los
documentos subidos a Megaupload aún no han sido descargados ni una vez.
Hay algo llamado doctrina Sony. Hollywood denunció a Sony por los
reproductores de VHS y tenían los mismos argumentos que contra nosotros:
que estaba favoreciendo piratería y que promovía las infracciones. Sony
ganó en el Supremo y se asentó la doctrina Sony: mientras tengas una
cantidad significativa de usos de tu tecnología que no infringen la ley
nadie tiene derecho a tumbarla solo porque alguien está haciendo un uso
equivocado. La gente nos pagaba por todos los usos legítimos que se
podían hacer de Megaupload.
P. Según el FBI ganó 135 millones de euros gracias a Megaupload. ¿Robó dinero que pertenecía a los creadores de contenidos?
R. Absolutamente no. Google gana 40.000 millones de
dólares al año. Y un amplio porcentaje de sus búsquedas tiene que ver
con contenidos piratas. Todo proveedor de servicios que conecta a la
gente a Internet cobra por ello. Da igual si el usuario baja una
película pirata o no: se benefician. La mitad del tráfico mundial de
Internet está probablemente relacionado con alguna violación. Y hay una
economía masiva detrás de ello: creadores de routers y módems, servidores de alojamiento, fabricantes de discos duros.
P. ¿Se benefició de la piratería?
R. Nunca intentamos ofrecer un servicio que
favoreciera la piratería. Habríamos funcionado muy bien sin ella. No lo
veo en absoluto como un beneficio. Míreme ahora: ya da igual si gano, el
daño está hecho. Este caso es una broma, es un asunto político, de un
puñado de personas en la Casa Blanca. Van a pagar por ello, necesitan
una lección. No importa lo poderoso que seas, no tienes derecho a violar
tu propia ley.
De todos modos, la pregunta correcta es: ¿habría yo tenido éxito si
Hollywood ofreciera sus contenidos en tiempo real y por un precio justo y
los hiciera accesibles a todo el mundo que usa Megaupload y páginas
similares? Estaría feliz de trabajar con los creadores y ofrecer la
mejor experiencia posible a nuestros clientes pero desafortunadamente
aún no han alcanzado la era de Internet.
P. ¿De verdad nunca sospechó que algo de su página web fuera ilegal?
R. En absoluto. Vas ahora mismo a cualquier otra web que ofrezca almacenamiento online
y encontrarás contenidos que infringen la ley. A lo largo de los años
tuvimos millones de documentos que tumbamos que violaban el copyright.
Claramente éramos conscientes de que había piratería en nuestra web: lo
podíamos ver por las notificaciones de contenidos tumbados. Pero la
piratería no es un fenómeno de Megaupload, sino de Internet. No hay un
sistema de precios y distribución de contenidos culturales justo, a
nivel global y en tiempo real. Si una película o una canción es lanzada
en algún lugar en el mundo, cualquiera debería poder tener acceso a ello
al mismo tiempo. Si no, estás alentando la piratería.
P. ¿Por qué defiende que la oferta legal cultural en la Red aún no es tan relevante?
R. La manera en la que Hollywood gana dinero para
sus filmes es que acuden a los socios de licencias y les dicen: “Estamos
haciendo una nueva película. ¿Quieres asegurarte los derechos?”. Juntan
el dinero antes de que se haya gastado un solo euro en la película. Y
entonces la lanzan sin el menor riesgo financiero. Si empiezas a hacer
los filmes accesibles desde todos los soportes en tiempo real este
modelo muere. Por eso luchan. Y por eso tenemos piratería, por cómo
tratan al consumidor. Es ridículo en la era de Internet poner tráilers
de películas que se estrenan en EE UU y esperarse que los usuarios del
resto del mundo no las busquen. En el momento en el que están
disponibles online la gente que está obligada a esperar no lo va a aceptar. Encontrarán la manera de hallar ese contenido.
P. Dice que proporcionaba una caja al usuario y le avisaba de que no rompiera la ley. ¿No es lavarse las manos?
R. Cuando compras un coche y vas demasiado rápido,
lo cual está en contra de la ley, no se culpa al fabricante del
vehículo. Si vas a las oficinas de correo y pones 10 porros en un sobre
que envías a un amigo no suspenden el Correo porque estás haciendo algo
ilegal. Cualquier proveedor de servicios en Internet se enfrenta al
mismo asunto: sabe que se está haciendo piratería gracias a su conexión,
puede verlo y hasta medirlo. Y sigue cobrando a sus clientes cada mes
por conectarlos y jamás será responsable por las acciones de los
usuarios.
P. Tuvieron que retirar muchos contenidos de Megaupload. Entonces, ¿no se planteó hacer algo al respecto?
R.
Mis abogados me explicaron que la ley requiere que los propietarios de
los contenidos sean los que tienen que perseguir las violaciones y
tumbarlas. No es mi trabajo controlar activamente Internet y lo que
están haciendo nuestros usuarios. En EE UU el electronic comunication privacy act
prohíbe a los proveedores de servicio mirar dentro de las cuentas de
sus usuarios a menos que no haya alguna acción legal en marcha.
P. Es decir, que sabía que en su página web había actividad ilegal y no hizo nada para pararla.
R. Insisto: no es mi trabajo. No entramos en las
cuentas de nuestros usuarios para saber qué han subido. No es nuestro
derecho ni nuestra obligación. Cuando alguien nos envía una notificación
para retirar un contenido lo hacemos. Encima, hemos ofrecido a las majors
acceso directo a nuestros servidores para retirar los contenidos
ilegales. De todos modos, seamos honestos: si eres Sony y quieres
encontrar infracciones en Internet lo que tienes que hacer es gastarte 2
millones al año, un porcentaje minúsculo de tus costes, en un centro de
retirada de contenidos en un país con mano de obra más barata como
India o Filipinas. Contratas a 2.000 personas que no hacen más que
buscar tus contenidos en Internet y tumbar las violaciones. Si lo
hubiesen hecho no existiría tanta piratería.
P. Desde el nacimiento de Mega, España ha sido líder en tráfico prácticamente todas las semanas. ¿Qué representa España para usted?
R. España es un gran mercado para nosotros y siempre lo ha sido.
Megaupload también era muy popular y mucha gente en España ha sido
afectada por su cierre. Por eso han seguido la historia, y cuando ha
aparecido Mega han vuelto con nosotros. Los españoles siempre han sido
fans de nuestro servicio. Por cierto, quiero que se sepa que he
contratado a un nuevo equipo de abogados que llevará un caso contra el
Gobierno de EE UU ante la ONU. Para ello, la denuncia tiene que proceder
de un país, de un Estado. Así que estamos buscando cualquier gobierno
cuyos ciudadanos hayan sido afectados por el cierre de Megaupload. Estoy
hablando con Brasil, Alemania y Finlandia. Y también miramos a España
como uno de los posibles socios para este caso. Internet no pertenece a
EE UU. Solo el 10% de los usuarios de Megaupload venía de ese país. Y el
gobierno solo tenía jurisdicción sobre ellos. El 90% del daño que se ha
hecho aquí no tiene nada que ver con los usuarios de EE UU.
P. ¿Qué ha pasado con los millones de contenidos legales almacenados en Megaupload?
R. Millones de usuarios han perdido su acceso a sus
documentos legítimos. La fundación Electronic Frontier ha denunciado al
Gobierno de EE UU en nombre de un usuario que ha sido privado de su
propiedad por el cierre de Megaupload. Lamentablemente, el caso avanza
despacio. Ha pasado un año pero la corte de EE UU no vio ninguna
urgencia en devolver los archivos a sus usuarios. Los servidores están
en un almacén y esperamos que la corte dé la orden de reconectarlos para
dar a nuestros usuarios acceso a sus propiedades. El Gobierno de EE UU
ha cometido la mayor masacre de datos de la historia digital.
P. Hace unos días decía en Twitter que Mega es el primer paso de su plan. ¿Cuáles son los otros?
R. Primero, mi objetivo es encriptar un porcentaje
significativo del tráfico en Internet. Quiero que haya cada vez más
gente que use claves en sus correos electrónicos, en las llamadas, en
las transferencias de documentos. Porque lo que he aprendido es cuánto
espionaje hay. Esta conversación esta siendo grabada ahora mismo por el
Gobierno de EE UU. Hay mucha vigilancia en Internet que va en contra de
los derechos humanos. Quiero crear una solución con la tecnología que te
permita protegerte. El almacenamiento es el comienzo. Vamos a
ampliarnos a un servicio de correos electrónicos y llamadas online que te permita una comunicación segura.
P. ¿Qué opina del copyright? ¿Considera justo que los autores reciban dinero por sus productos?
R. Totalmente. Creo que el copyright tiene
derecho a existir. La gente que gasta dinero, tiempo y talento para
crear una película o una canción debería ser pagada. Pero el copyright
no debería afectar a otros derechos, como el de las personas a
compartir documentos o el derecho básico a no ser tachado de criminal
porque bajas algo que no hay manera de encontrar en ningún otro sitio.
Hay muchos contenidos que no están disponibles para gente que podría y
querría pagar por ello pero cuya única alternativa es la descarga
ilegal.
P. ¿Cómo se conjuga este derecho a compartir contenidos online con la defensa del copyright?
R. Hace falta un equilibrio. Hasta que no haya una
solución por parte de la industria no se puede criminalizar a la gente.
Habrá una manera para ambas partes, proveedores de información y
tecnología y proveedores de contenidos, de tener una situación en la que
ganen todos. Yo lanzaré Megabox en un par de meses, que permitirá a los
artistas vender directamente a sus aficionados. Pueden cortar el
intermediario y ganar más ingresos que cuando las discográficas venden
por ellos. Discográficas que, por cierto, tienen gastos masivos, miles
de empleados, muchos de ellos abogados, que no benefician a los
artistas. Con Megabox los creadores reales van a ingresar mucho más. En
10 años todas estas organizaciones de intermediarios desaparecerán. Los
creadores de contenidos, los estudios cinematográficos, los cineastas
independientes, los artistas musicales venderán directamente a sus
clientes, lanzarán su producto al mismo tiempo en todo el mundo para
todos los soportes y el precio bajará probablemente significativamente.
¿Por qué pagarías lo mismo por una película buena y otra producida con
un 10% del presupuesto y con valoraciones pésimas? Los estudios te
obligan a pagar por un hotel de 5 estrellas para estar en una tienda de
campaña.
P. ¿Qué opina de EE UU?
R. Este caso fue una iluminación para mí. Siempre
estuve a favor de EE UU, me creía el sueño americano y siempre he
pensado que soy más estadounidense que alemán o finlandés, donde me
crié, por cómo me porto, por mi estilo de vida. Me sorprendió cómo el
gobierno de EE UU ha cambiado en la última década. Desde el 11-S se
están pasando en invadir los derechos de la gente y ser los policías del
planeta. EE UU se ha convertido en el tipo de gobierno al que deberías
tener miedo. No supieron prever el futuro: han impreso dinero como
locos, endeudándose más que cualquier otro país y estaba claro que eso
iba a colapsar. Y se están volviendo mas agresivos para proteger lo que
aún tienen. Han identificado Internet como uno de los más importantes
ejes del futuro y quieren colonizarlo. Todo el mundo debería estar
preocupado con esto.
P. ¿Que espera del juicio sobre su extradición a EE UU?
R. Todo este caso es un fraude. Nunca seremos
extraditados, se lo garantizo. Nos acusan de ser una organización
criminal, pero si tuvieran algún caso concreto en el que nos portamos
como tal, deberían mostrar las pruebas. Sin embargo no existen, están
construidas. Todo este caso no era el objetivo principal: era tumbar
Megaupload y destruirlo. Y ya lo consiguieron.
Un cambio 'clave'
En el último año y medio, Kim Dotcom ha estado bastante ocupado: el
19 de enero de 2012 decenas de policías armados irrumpieron en su casa
en Nueva Zelanda–en una operación que a posteriori la justicia
del país tachó de “ilegal”- y le detuvieron, acusado entre otros delitos
de piratería informática y de haber creado una organización criminal.
Su página web de descarga y almacenamiento de contenidos, Megaupload, le
había permitido ganar 135 millones de euros al ofrecer de forma ilícita
y gratuita cientos de películas, series y canciones online, según el FBI, que la cerró ese mismo día.
Desde entonces, Dotcom, en libertad condicional en su millonaria
mansión neozelandesa, ha estado defendiéndose de las acusaciones y
preparando el juicio por su extradición a EE UU que se celebrará en
agosto. Justo un año después de su arresto, lanzó su nueva página web,
Mega.
Respecto a Megaupload, la principal novedad consiste en una contraseña. En la anterior página web, los usuarios podían subir un contenido (ya
fuera una foto, un filme, o un texto), lo que generaba un enlace. A
través de él, todo internauta podía acceder gratuitamente al archivo.
Mega proporciona un enlace y una contraseña, ambos imprescindibles
para llegar hasta el documento. Ya que solo el usuario conoce la clave,
Dotcom defiende que no sabe en ningún momento qué contenidos está
subiendo cada persona y no es responsable por ello.
Fuente: El País.
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