Instituto Europeo Campus Stellae
Máster en Derecho de Internet y Nuevas Tecnologías .
www.campus-stellae.com
info@campus-stellae.com
Teléfono: +0034 981 522 788
La inmensa cantidad de direcciones IPv6 iniciará una nueva era de máquinas interconectadas.
Las grandes compañías españolas apenas usan el nuevo protocolo
MIGUEL ÁNGEL CRIADO ALMERÍA 05/02/2011 08:00 Actualizado: 05/02/2011 10:25
Hace dos días se repartieron las últimas direcciones IP que quedaban. En unos meses, las reservas de los operadores empezarán a agotarse. Y en un año, si no se ha empezado la transición a un nuevo protocolo, internet comenzará a estancarse. Aunque las grandes de internet, las administraciones públicas y telecos dicen estar preparadas, los expertos lo dudan.
El jueves, la IANA (la autoridad que controla las direcciones IP que identifican a cada máquina en la red) repartió los últimos cinco lotes a los registradores regionales. Al RIPE, que abarca Europa, Asia central y Oriente Medio, le tocaron unos 16 millones de direcciones IPv4; es decir, de la versión actual. Este organismo las redistribuye después a los operadores. Cuando estas se agoten (en el mejor de los casos, a comienzos de 2012), cada nueva página, cada nueva conexión a internet o cada móvil tendrá que usar la nueva numeración que provee el protocolo IPv6.
Este sistema permitirá a un usuario doméstico tener tantas direcciones como toda la internet actual. El responsable de ARIN, el registrador regional para la América anglosajona, John Curran, usó la siguiente metáfora para ilustrar el cambio de magnitud: "Si todo el espacio de IPv4 fuera como una pelota de golf, IPv6 tendría el tamaño del Sol", dijo a Reuters. Esta vez no se agotarán tan pronto. El sistema anterior fue ideado por el equipo de Vinton Cerf, uno de los padres de internet. Entonces, parecieron suficientes las casi 4.300 millones de combinaciones que permite IPv4. Eso fue en 1981, cuando apenas había unos miles de máquinas gestionadas por ingenieros.
MIGUEL ÁNGEL CRIADO ALMERÍA 05/02/2011 08:00 Actualizado: 05/02/2011 10:25
Hace dos días se repartieron las últimas direcciones IP que quedaban. En unos meses, las reservas de los operadores empezarán a agotarse. Y en un año, si no se ha empezado la transición a un nuevo protocolo, internet comenzará a estancarse. Aunque las grandes de internet, las administraciones públicas y telecos dicen estar preparadas, los expertos lo dudan.
El jueves, la IANA (la autoridad que controla las direcciones IP que identifican a cada máquina en la red) repartió los últimos cinco lotes a los registradores regionales. Al RIPE, que abarca Europa, Asia central y Oriente Medio, le tocaron unos 16 millones de direcciones IPv4; es decir, de la versión actual. Este organismo las redistribuye después a los operadores. Cuando estas se agoten (en el mejor de los casos, a comienzos de 2012), cada nueva página, cada nueva conexión a internet o cada móvil tendrá que usar la nueva numeración que provee el protocolo IPv6.
Este sistema permitirá a un usuario doméstico tener tantas direcciones como toda la internet actual. El responsable de ARIN, el registrador regional para la América anglosajona, John Curran, usó la siguiente metáfora para ilustrar el cambio de magnitud: "Si todo el espacio de IPv4 fuera como una pelota de golf, IPv6 tendría el tamaño del Sol", dijo a Reuters. Esta vez no se agotarán tan pronto. El sistema anterior fue ideado por el equipo de Vinton Cerf, uno de los padres de internet. Entonces, parecieron suficientes las casi 4.300 millones de combinaciones que permite IPv4. Eso fue en 1981, cuando apenas había unos miles de máquinas gestionadas por ingenieros.
Servicios en Japón
La cantidad tiene sus ventajas. "Habrá direcciones para todos y para todo", explica el director de preventa de NTT Europe, Álvaro Cabrera. La compañía, la principal telefónica de Japón, fue de las primeras en ensayar con el IPv6 y ya ofrece varios servicios comerciales sobre el nuevo protocolo. Asia, con la pujanza demográfica de China y de productos nipona, es un gran consumidor de direcciones IP. Pero, en los primeros años del sistema, el reparto de las direcciones que se hacía desde EEUU fue alocado e injusto. Muchas de las grandes empresas recibieron lotes enteros de números IPv4. La Universidad de Stanford, por ejemplo, tenía más que toda China. De hecho, sólo el 14% de aquellos 4.300 millones de direcciones están siendo usadas. El problema es que, por razones técnicas, recuperar las ociosas es muy complicado.
"La transición entre ambos protocolos no es muy costosa", explica Cabrera. El cambio del primer sistema, el IPv2 al IPv4 en 1981, se hizo en una sola noche [las versiones de los protocolos saltan de dos en dos]. Pero, en esta ocasión no se puede producir el apagón de un día para otro. Hoy hay miles de millones de máquinas en la red, entonces eran unos pocos miles. La solución por la que se ha optado es lo que llaman la doble pila. Un servidor web, por ejemplo, sirve su contenido en los dos protocolos. "Una red no se ve con la otra", aclara Cabrera. Esto hará que durante unos años ambos sistemas convivan.
Seguridad entre conexiones
Otra de las ventajas del nuevo sistema es la autoconfiguración. El protocolo está diseñado para que las máquinas se puedan conectar entre sí sin intervención de los operadores. Igual de importante es la seguridad. IPv6 permite la autenticación (saber que el destinatario del contenido es quien dice ser) y hay seguridad desde un extremo de la conexión al otro. Por último, está la movilidad IP. Este sistema permitirá, por ejemplo, iniciar una llamada en internet (voz sobre IP) y, si se sale de casa, continuarla por red móvil GSM sin perder la conexión.
Las grandes empresas de contenidos ya están preparadas. "Microsoft y todos sus productos ya llevan IPv6 nativo", dice Luis Miguel García Oliva, director de Estrategia y Plataforma de Microsoft Ibérica. Todo producto que, de alguna manera u otra, tenga conectividad, necesita ser compatible con el IPv6. Los programas P2P, como BitTorrent, son compatibles desde hace años. Google, Yahoo o Facebook ya tienen todo listo.
Sin embargo, las cifras dicen que un sistema que se instauró en 1999 para anticipar lo que está pasando ahora apenas se usa. Según el director de operaciones de Red. es, la entidad que gestiona los nombres de dominio españoles, Carlos Cano, "el tráfico IPv6 en España es prácticamente nulo". De hecho, aunque ya hay unas 300 grandes instituciones con soporte IPv6, sólo lo usan el 1,7%, según el Observatorio IPv6. "Las redes están desplegadas, pero no se utilizan", comenta Cano.
"El problema está en los operadores, no están preparados", asegura el director técnico de Consulintel, Jordi Palet. Este experto lleva predicando en el desierto más de diez años. A comienzos de la década organizó varias cumbres mundiales sobre IPv6 en Madrid y Barcelona. Ha asesorado a muchas empresas y Gobiernos en la transición, pero fuera de España. Y, sin embargo, su consultora ahora no deja de trabajar. "Es un problema que se han buscado ellos pero lo pagaremos nosotros", advierte.
Las operadoras, como Jazztel, están haciendo pruebas con IPv6. Ya reciben direcciones del nuevo protocolo cuando piden un lote de IPv4. Telefónica incluso hizo ensayos hace más de una década. "Y sin embargo no han hecho el trabajo", opina Palet. Aunque aducen el coste, este es, por cliente, de unos céntimos, según Consulintel. "Ahora habrá que formar en dos años a 20 millones de ingenieros", recuerda Palet.
De no hacerlo, puede que se frene la ola de creatividad que, auguran los expertos, traerá IPv6. "No habrá los problemas de gestión de las redes que hay hoy". Las direcciones IP, como granos de arena en el desierto, se pondrán en todo ser vivo, máquina o producto humano (ver apoyo). Sin IPv6, la anunciada internet de las cosas, donde las máquinas interactuan sin intervención humana, no será posible.
Fuente: Público.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario