Por largo tiempo, las industrias cinematográfica y discográfica han intentado poner fin a la distribución ilegal de películas y música, respectivamente, mediante la tecnología de torrents. Tal cometido incluye la instalación de sistemas de escucha, detección y vigilancia de Internet. Para contrarrestar lo anterior, la organización EFF (Electronic Frontier Foundation) ha publicado el programa Switzerland (Suiza).
Este programa destruye el sueño de ambas industrias, de poder vigilar secretamente el tráfico digital y bloquear el acceso de los usuarios de Internet a determinados contenidos y servicios. Lo mismo se aplica a estados totalitarios que monitorizan el uso de Internet, bloqueando el acceso de sus ciudadanos a sitios y servicios en línea.
El programa Switzerland prueba la integridad de la comunicación digital a través de redes, proveedores de acceso y cortafuegos. Así, revela paquetes IP que han sido intervenidos, notificando al usuario de su detección.
"Cámbiese a tiempo"
De esa forma, el usuario puede hacerse una buena idea de la eventual vigilancia de que está siendo objeto por parte de su proveedor de acceso a Internet u otros interesados.
Cabe tener presente que Switzerland no desbloquea el acceso a sitios ni servicios ya bloqueados (como por ejemplo BitTorrent). Sin embargo, el programa notifica al usuario si su acceso a la red es vigilado o manipulado. En tal caso, el usuario tiene la opción de cambiar su proveedor de conexión.
Dos herramientas
Para poder detectar quién está usando la tecnología de BitTorrent para intercambiar material pirateado, los ISP deben instalar herramientas que vigilan el tráfico digital generado por sus clientes.
Las herramientas más comunes son las creadas por las compañías Sandvine y Audible Magic.
Sandvine detecta patrones de tráfico, informando al ISP qué servicios y estándares están siendo usados por el abonado. Estos servicios pueden entonces ser bloqueados, sin alterar otras funciones como navegación por Internet, correo electrónico, chat o similares.
Audible Magic, por su parte, revela el material que está siendo descargado, como por ejemplo música o vídeo. El sistema compara el tráfico del usuario con una gran base de datos en que las industrias cinematográfica y discográfica registran sus títulos. Posteriormente, los contenidos son marcados con un sello de agua digital.
Fuente: EFF.org.
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