Tener un directorio del PC disponible para usuarios externos no es ilegal, determina tribunal estadounidense. Tales carpetas compartidas hacen posible el intercambio P2P (peer to peer).
La asociación de la industria discográfica estadounidense, RIAA, ha intentado en repetidas oportunidades obtener sentencias condenatorias de personas que han ofrecido música a terceros al tenerla almacenada en archivos compartidos y de acceso público en sus discos duros.
Estos directorios o carpetas están abiertos para acceso vía Internet, lo que a entender de RIAA hace que la música contenida en ellos esté disponible para otras personas. Todo indica que esta estrategia carece totalmente de peso legal. Según un juicio pronunciado por la jueza del tribunal federal de Connecticut, EEUU, no es suficiente que archivos determinados estén en un directorio compartido para poder calificarlo de distribución ilegal.
La jueza concluyó que para poder usar ese concepto es necesario tener un caso de distribución real, activa y deliberada de material. En otras palabras, tener el archivo accesible para terceros no es suficiente para un fallo condenatorio.
El veredicto estadounidense contrasta en gran medida con diversas legislaciones europeas, en que se califica de ilegal cargar y descargar música y material audiovisual con derechos reservados, sin la autorización escrita del autor o propietario de los derechos.
Fuentes: recordingindustryvspeople.blogspot.com
arstechnica.com
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